Relato sobre ‘Romper la hora’. Autor: Marcos Callau
28/04/2014
Un estruendo conocido conmovió la falda del monte Tolocha. Las cenizas de un cuerpo olvidado, mágicamente, cobraron vida. Ya puede temblar la Tierra, dios seguirá siendo un pobre ciego, dijo el resucitado. Seguidamente descendió a Calanda para comprar los periódicos. Una vez en la Plaza España contempló “La Rompida de la hora”. Cuando ya solo quedaba el eco, se apareció en el centro de la plaza y gritó a los presentes: ¡Tantos años y no ha cambiado nada!. Yo, al menos, sigo siendo ateo, gracias a dios. Y don Luis, con los periódicos bajo el brazo, volvió al monte.
Autor: Marcos Callau