Título: Mar adentro

Salió a pescar sabedor que no era la mejor hora. Cuando llegó al río descubrió que la orilla de enfrente había desparecido. Con los minúsculos prismáticos miró el horizonte. Era cierto, no había orilla.

¿Los ríos sin orillas son mares? se preguntó.

Preparó la caña y lanzó el cebo. Pero este no se sumergió en el agua, solo levantó una minúscula nube de polvo.
Ya de madrugada, el viento seco del mar de Aragón se detuvo ante él, y generoso, respondió a su pregunta: los mares también tienen orillas.

Autor: : Richi Lamúa